Existe en la ciudad un mundo oculto, desconocido y mágico
habitado por unos seres olvidados que se resisten a desaparecer.
El Patrimonio Industrial que salpica nuestras ciudades no
es ningún concepto propagandístico ni de exclusivo interés para arquitectos
nostálgicos, sino una realidad olvidada pero latente que un día tuvo una
tremenda importancia en el desarrollo y la formación de las urbes.
Y es que no es poca la afección que han tenido estas
piezas en el desarrollo de nuestras poblaciones, en su trama urbana... y en
concreto, aquellas que pertenecen al Patrimonio ferroviario.
Citando al blog de Patricia Ferreira “Entre 1848 y mediados del siglo XX, el ferrocarril desempeñó un papel clave en la evolución económica de España, tanto en los aspectos de su configuración territorial, como social, política y cultural. En Andalucía el ferrocarril ha ejercido, desde su primera línea en 1854, una importante influencia en su crecimiento urbano, en el desarrollo y surgimiento de las ciudades, resultando en nuevas estructuras urbanas que son en la actualidad una de las grandes problemáticas enfrentadas en las ciudades.”
Citando al blog de Patricia Ferreira “Entre 1848 y mediados del siglo XX, el ferrocarril desempeñó un papel clave en la evolución económica de España, tanto en los aspectos de su configuración territorial, como social, política y cultural. En Andalucía el ferrocarril ha ejercido, desde su primera línea en 1854, una importante influencia en su crecimiento urbano, en el desarrollo y surgimiento de las ciudades, resultando en nuevas estructuras urbanas que son en la actualidad una de las grandes problemáticas enfrentadas en las ciudades.”
Un día fueron grandes infraestructuras motores de la
economía y síntoma del desarrollo de las ciudades. Hoy obsoletas, estas mismas
infraestructuras suponen una herida abierta en los núcleos urbanos y que a la
vez, son un vestigio de tiempos antiguos (años claves en la historia de una
ciudad) que piden reivindicarse para ser elementos de importancia,
transformarse para formar parte activa y querida del tejido de las ciudades y
de las vidas de las personas que las habitan.
Es precisamente esa condición de obsolescencia (que
necesita ser repensada, reinterpretada y rehabilitada) lo que puede salvar al
Patrimonio ferroviario del ostracismo y olvido, y transformar una realidad
dramática de fragmentación – física, cultural y social- de la ciudad, en
elementos de alto carácter social capaces de coser tejidos urbanos inconexos
mediante una vinculación local transversal y global longitudinal.
El mundo ferroviario ha dado lugar a elementos de gran
interés que merecen de minuciosos estudios, espacios vacantes dentro de la
ciudad, amplias áreas en muchas ocasiones, con la posibilidad de activar zonas
que parecían imposibles de activar.
Éste interés no subyace exclusivamente en su componente abstracta de recuerdo y nostalgia… también nos reciben imponentes al mostrarnos grandes espacios, diáfanos y generosos, de la escala de la máquina; con materialidades diversas, eclécticas en composición y que nos susurran a la vez peso y ligereza, opacidad y transparencia, funcionamiento y ornamento.
Sensaciones dispares que hoy no son fáciles de conseguir y que disponemos todos
en nuestras ciudades, muy cerca de nuestras casa.
Su suerte es el olvido, a veces por desuso y otras por
interés, reivindico que no podemos hacer la vista gorda a la desaparición de
estas infraestructuras, grandes y pequeñas, de tan delicada y compleja belleza.
Y que, al igual que cuando contemplamos la inmensa bóveda celeste, no nos acongoje
ni su escala ni su aparente incomprensión.
Desde luego, la fascinación por mi pieza ya la he declarado, pero al investigar otras
infraestructuras y edificaciones, se ha trasladado también a éstas. Por
supuesto, el panorama nacional está lleno de ejemplos a estudiar e intervenir.
En el foro de forotrenes se ha abierto una interesante iniciativa, a modo de inventario, de muchas de estas edificaciones:
En el foro de forotrenes se ha abierto una interesante iniciativa, a modo de inventario, de muchas de estas edificaciones:
[01] Estación de Aranjuez, Madrid.
[02] Muelle Embarcadero de mineral en el Puerto de
Huelva.
[03] Almacén de mercancías y grúa en Villamayor de los
Montes, Burgos.
[04] Aguadas de la época del vapor, estación del Chorro,
Málaga.
[05] Puente sobre el río Tinto de la antigua estación de
Niebla, Huelva.
[06] Muelle embarcadero del ferrocarril de Tharsis, río Odiel, Huelva.
[07] Aguadas y caseta de enclavamientos, estación de Huerta de Valdecarábanos, Toledo.
[08] Estación en Castillejo Añover, Toledo.
Como se muestra en las imágenes, el potencial material de
estos ejemplos es enorme y si se le pone interés, su recuperación completa
(también su uso) puede ser un revulsivo, en muchas ocasiones, económico que le
dé viabilidad a su estudio e intervención, para que el Patrimonio no se
entienda exclusivamente como un interés cultural y social, sino que también
tenga un aprovechamiento real por parte de la sociedad.
Es nuestra responsabilidad desvelar este mundo oculto y devolverle su protagonismo a sus habitantes.